VIII Congreso Internacional de Salud, Bienestar y Sociedad

Resumen

La sociedad actual está sometida a constantes fuentes de estrés. La familia es el primer contexto socializador y está en la base de la influencia de las emociones. El aumento de cuadros clínicos en los hijos/as (falta de control de impulsos, trastornos del estado de ánimo, ansiedad, cuadros trastornos de atención, etc.) alarman; en especial, cuando las familias presentan una mayor vulnerabilidad causada por cambios en el sistema (como divorcios y conflictos asociados a los mismos), estrés laboral, movilidad geográfica por crisis económicas, etc., aspectos que están en la base de pautas educativas poco eficaces y cargadas de ansiedad parental por falta de tiempo. De ahí que, fruto de las exigencias clínicas, se haya contemplado la necesidad de trabajar las emociones a nivel familiar con el fin de aportar estrategias que ayuden a los miembros de la familia a manejar su vida para procurarse más bienestar y salud. En lo que a los hijos se refiere, poder afrontar aspectos complejos tales como no ser víctimas de bullyng o facilitar a los niños y adolescentes con tendencias agresivas a manejar sus impulsos o saber decir no ante situaciones de riesgo. Respecto a los progenitores, facilitar la transmisión de los modelos afectivos, relacional-conductual, autoridad de manera coordinada. Aspectos que se han demostrado con una muestra clínica de 140 unidades familiares. Una línea de intervención-investigación con fundamentos sistémicos que pueden tener una trascendencia en el tratamiento y en la prevención y promoción de la salud.