Resumen
Todo proceso civilizatorio implica la introducción de artefactos culturales. Estos adquieren significado cuando son apropiados por las instituciones sociales y derivan en transformaciones culturales cuando dichos significados se ven reflejados en la cultura mental de la sociedad. En tal sentido, la inteligencia artificial como artefacto cultural ha cobrado el significado de persona electrónica, lo que implica el reconocimiento de derechos y obligaciones en un nivel similar a los reconocidos a los humanos, pero cuando se trata de acciones autónomas en las que no media el razonamiento humano, esta tecnología repercute de manera negativa en la vida de los individuos de una sociedad. La inteligencia artificial actual basa sus resultados en cálculos matemáticos capaces de imitar a los humanos, pero por mucha aproximación a la inteligencia artificial general, aún no son capaces de razonar sus decisiones; su conciencia artificial parece más bien resultado de la intromisión en la vida privada de las personas, con la finalidad de aprender e imitar el comportamiento humano, y con ello, hacer creer a los humanos que estamos ante una inteligencia artificial consciente. Cuando esto sucede, queda en entredicho de quién es la inteligencia, como ya fue demostrado con el caso de LaMDA, que logró hacer creer al ingeniero responsable de entrenar esta inteligencia que había cobrado conciencia.
Presentadores
Flavio Suárez-MuñozStudent, Doctorado en Arte y Cultura, Universidad de Guanajuato, Guanajuato, Mexico
Details
Presentation Type
Ponencia temática de un trabajo
Theme
Tema destacado de 2023: ¿De quién es la inteligencia? La corporalidad de las máquinas pensantes
KEYWORDS
Inteligencia Artificial, Autonomía, Antropología Social, Personalidad Electrónica
