XVI Congreso Internacional sobre Sostenibilidad Medioambiental, Cultural, Econ?mica y Social

Resumen

El agua es un recurso natural cada vez más importante y escaso en nuestro planeta. El agua de lluvia, aunque no es potable, posee una gran calidad ya que contiene una concentración muy baja de contaminantes, dada su nula manipulación por parte del ser humano. La recuperación de aguas pluviales consiste en utilizar las azoteas de las viviendas o de los edificios como captadores. Así, el agua se recoge mediante canalones o sumideros en un tejado y se conduce a través de tuberías o canales, para almacenarse finalmente en un depósito que, de preferencia, debe estar enterrado o situado en una superficie donde no reciba luz solar, muy cerca de la vivienda. A la entrada del depósito se coloca un filtro para evitar que entren suciedades y elementos no deseados. Este depósito se dimensiona en función de los usos acordados, la superficie de la cubierta y la pluviometría de la zona. Posteriormente, el agua almacenada se impulsa y distribuye a través de un circuito hidráulico independiente de la red de agua potable. Los consumos admisibles o autorizados con agua pluvial serán usos donde no se requiere agua potable: lavadora, cisterna del escusado, lavado de suelos, riego, etc. Lo más práctico, fácil y barato es derivarlo para su uso en riego; ya que se necesita un mínimo de infraestructura y se consigue con poco gasto, logrando un buen ahorro. Entre sus ventajas están ser un recurso gratuito y ecológico que contribuye a la sostenibilidad y protección del medio ambiente.