XVI Congreso Internacional sobre Sostenibilidad Medioambiental, Cultural, Econ?mica y Social

Resumen

La licencia social como principio ya forma parte del discurso-acción de movimientos socioambientales en América Latina y tiene creciente vigencia en el pensamiento crítico y en el mundo académico. En ella convergen perspectivas que vinculan los ideales de democracia, derechos humanos, autonomía individual y de las comunidades. La gestión de los bienes comunes propone desafíos a los límites de las formas usuales de democracia, que no reconocen a las comunidades su derecho a participar en decisiones que las afectarán, por ejemplo, en procesos que modificarán su calidad de vida o su ambiente. Ese sesgo elitista considera que la mayoría de los ciudadanos no están capacitados para intervenir en ese tipo de decisiones, noción inspirada en el argumento platónico antidemocracia, que deja a los expertos las decisiones comunes. Aquí propongo: a) que la gestión de bienes comunes garantice procedimentalmente la participación ciudadana en instancias deliberativas informadas, b) que el derecho a la licencia social entronca con los ideales de democracia deliberativa y derechos humanos, c) que es posible su articulación ante procesos sociales conflictivos. En ese camino exploro las concepciones de democracia en uso, la licencia social como extensión comunitaria de la noción del consentimiento informado que ya se reconoce internacionalmente, diferencio entre formulaciones débil y fuerte, que considero crucial, y propongo pautas para un marco procedimental con posibilidades de aplicación. Finalmente, en las conclusiones argumento que sólo la formulación fuerte de la licencia social presenta una adecuada expresión procedimental de democracia deliberativa en la emergencia de conflictos socioambientales.