Resumen
El filme “El hijo de Saúl” de László Nemes (2018) asume una elección estética filmando en primer plano la mayoría de sus escenas con la finalidad de no mirar de frente las imágenes del horror de los campos de concentración nazi. De esta manera se alude a estas imágenes eludiendo la relación que ellas tienen con las matrices geopolíticas que las provocaron. Sin embargo, en el cuerpo mismo de la película hallamos una secuencia que contraría esta mirada indirecta a dichas imágenes. Es la parte donde Saúl con un compañero de prisión toman con la famosa cámara Leika las fosas comunes donde incineran los cadáveres para enviar estas fotografías al mundo exterior y enterarse así de las atrocidades que están cometiendo los nazis en estos campos de exterminio; de tal modo que, dentro del mismo filme, existe un “enunciado” que contradice la apuesta estética del realizador Nemes. Ahora bien, en la ponencia se citan dos filmes que están en la dirección de elucidar la necesidad de mirar de frente el horror de estas imágenes para disolver la nube que invisibiliza las matrices estructurales que las generan. A saber, la película “Encuesta factual de los campos de concentración alemanes” producida por Sidney Bernstein y asesorada por Alfred Hitchcok, utilizada para confrontar y acusar a los jerarcas nazis en el juicio de Nuremberg (Göring bajó la mirada). El otro filme “Ni vencedores ni vencidos” de Stanley Kramer en el que se muestran las relaciones de las potencias occidentales con el nacionalsocialismo.
Presentadores
Luis Fernando Rozo VelásquezPROFESOR TITULAR, Departamento Humanidades y Artes, UNIVERSIDAD DEL TOLIMA, Tolima, Colombia
Details
Presentation Type
Ponencia temática de un trabajo
Theme
KEYWORDS
Horror, Cinematografía, Extermino, Barbarie, Alusión