XXVI Congreso Internacional sobre Aprendizaje

Resumen

Con el nombre de “alfabetización visual”, algunos autores han explicado y propuesto métodos de enseñanza-aprendizaje para la imagen en general. Estos estudios son relevantes, ya que entregarían herramientas de pensamiento crítico frente a la imagen, desarrollando competencias para comprender, interpretar y evaluar los textos visuales (Bristor y Drake, 1994, en Borda, 2014). Considerando que “la educación verdadera es praxis, reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo” (Freire, 1997) y que, específicamente, la alfabetización, dentro de este proceso, es un acto emancipador ―que lo empodera como agente consciente de su propio aprendizaje y de su entorno socio-cultural (Freire y Macedo, 1989)―, es que la enseñanza del lenguaje visual no solo debería fortalecer competencias de entendimiento y uso de ellas, sino también el saber pensar, aprender y expresarse con ellas (Braden y Hortin, 1982). Este texto sugiere, como alternativa basal de la enseñanza-aprendizaje visual, el acto de observación; ya que en él no solo está involucrado el conocimiento de los códigos (el “saber leer y escribir”), sino también el acto fenomenológico de “capturar” el mundo, como una forma universal de comprensión. La observación se puede entender como relaciones dialógicas, entre el estado del ser (en su movimiento constante entre la individualidad y diversidad) y su confrontación con el entorno-contexto. Por ello, puede entenderse como una opción para la educación en contextos interculturales, puesto que fomenta la emancipación de la auto generación del conocimiento y su posicionamiento discursivo y comunicacional.