XXV Congreso Internacional de Aprendizaje

Resumen

Este trabajo parte de inteligencia emocional y alfabetización emocional. Los complementa, aportando cómo comprender la afectividad al educar. Desconocerla lleva al peligro de no comprenderse a sí mismo ni a los demás: pelear-discriminar. Se basa en teorías sociológicas y métodos cualitativos. Para alfabetizar emociones y procurar inteligencia emocional, sitúa las emociones en una red más compleja. Aquélla que es un sistema mayor: la afectividad. Ésta se explica al diferenciar-vincular: impulsos, afectos, sentimientos y emociones. Éstos, a su vez, son orientados por dos tramas mayores: carácter y personalidad. Carácter-personalidad se valoran si orientan a un ser humano con motivaciones egoístas o altruistas. Alfabetizar afectivamente se propicia al explicar sus elementos y relaciones (teorías). También se alfabetiza al dialogar sobre problemas y momentos gratos que devengan de relaciones socio-educativas: estudiantes y profesores comprenderán sus impulsos, afectos, sentimientos y emociones al: i) nominar y describir sus conductas corporales o discursivas; ii) vincularlos con impulsos-afectos-sentimientos-emociones-carácter-personalidad y iii) al advertir qué orientación persiguen: egoísta o altruista. Sólo lo altruista persigue utopías. Educar implica recrear individual, colectiva y dialógicamente sentimientos, ideas y prácticas placenteras y molestas. La afectividad educada conduce a eficiencia-armonía. Se aleja de discordias. Aquí se aporta cómo educar(se) afectivamente para mejorar(nos): la utopía.