Memoria y psicopatología en James Hillman: Psicopatología y anima mundi.

Resumen

Desde la modernidad racionalista, la imaginación ha sido desautorizada y ha quedado en el plano de lo fantasioso como falso y, a su vez, todo tipo de poder evocador que tiene la imaginación y las imágenes, es considero labor de los artistas y toda intuición dada por la imaginación ha quedado rezagada, frente: al empirismo, el racionalismo, el positivismo y el modelo de las ciencias naturales. Sin embargo, la memoria y la imaginación (has sido estimadas como inseparables, desde los griegos, los renacentistas, románticos y actualmente con el psicoanálisis) era considerado un arte que tiene como posibilidad traer al presente aquello que se encuentra ausente. Una especie de ahistoricidad, un don Sócrátes: < Pues bien, digamos que es don de Memoria, la madre de las musas: aquello de que queremos acordarnos de entre lo que vimos, oímos o pensamos, lo imprimimos en este bloque como si imprimiéramos el cuño de un anillo” (Teeteto. 191D). Así “La memoria humana era concebida como un tesoro o teatro interno más que como sistema de archivo alfabético o cronológico” (Hillman,1999, p. 208). Este autor considera que, “apegarse a la imagen “ (en lugar de reemplazarla con un concepto ) es el principio metodológico fundamental de la la psicología imaginal. En sentido estricto, “apegarse a la imagen” como indica Hillman quien promulga esta idea como máxima. La idea de apegarse a la imagen, es bastante probable que nunca hubiera alcanzado la prominencia y la importancia que tiene en la psicología contemporánea.

Presentadores

Camilo Saavedra
Docente, Facultad de ciencias sociales y humanas, Universidad Complutense de Madrid, universidad Francisco José de Caldas Colombia, Distrito Capital de Bogotá, Colombia

Edwin Camilo Saavedra Espitia
Docente, Facultad de filosofía , Universidad Complutense de Madrid, Cundinamarca, Colombia

Details

Presentation Type

Ponencia temática de un trabajo

Theme

Educación en humanidades

KEYWORDS

Memoria, psicopatología, James Hillman, imagen