Resumen
La relación del sujeto con el cuerpo hablante que lo representa, revela que algo sale de su lugar. La expresión del cuerpo es polifónica y lo enunciado (consciente) no equivale al conjunto de significantes de la enunciación (inconsciente). Esto es la metáfora del Iceberg, donde lo que está bajo la superficie del mar es de mayor volumen que lo manifiesto. Pero, ¿esto cómo lo sigue (escucha, observa…) el psicoanalista? Ya Melanie Klein ha propuesto que la defensa maníaca y la destrucción maníaca son recursos presentes en sujetos maníacos depresivos. Para el caso que compete a este trabajo, interesa el estudio de tales manifestaciones en tanto trabajo de escuchar el sufrimiento, donde el analista está convocado a reinventar(se) junto con el analizante. Según Figuereido, “há uma negação onipotente da dependência de bons objetos e, ainda, negação dos danos, em fantasia, a eles causados em função de formas intensamente vorazes e predatórias sádicas (de amor)”. Así, cuando planteamos el seguimiento que se da sobre un caso de abuso sexual, en ese contexto el analista acompaña al analizante a través del sufrimiento polifónico del dolor, sabiendo que para llegar a ese punto no será un camino fácil. El trabajo de construcción terapéutica consiste en delimitar los bordes de ese hoyo, y que las representaciones de esa pantalla de lo real no abarquen tantos otros espacios donde el sujeto reclama su derecho a vivir.
Details
Presentation Type
Ponencia temática de un trabajo
Theme
KEYWORDS
Abuso Sexual, Cuerpo Hablante, Psicoanálisis, Arte, Literatura