XVII Congreso Internacional sobre Nuevas Tendencias en Humanidades

Resumen

Se suelen identificar memoria y recuerdo, mas no son lo mismo. La primera contiene al segundo y parecería que a ambos se le opone el olvido. Pero recuerdo y olvido se pertenecen y no necesariamente desde la dialéctica, pues no se trata de un enfrentamiento entre polos. El olvido no es un movimiento negativo: gracias a él la memoria puede liberarse del automatismo y generar una síntesis temporal manifiesta en la repetición. Ésta es siempre novedad, ya que invariablemente es anterior al hecho en apariencia repetido: solo en un acto segundo, una vez la repetición se ha efectuado, se le puede encadenar a sucesos previos. Olvidar es condición para componer memorias. Solo a través de la repetición tiene lugar el recuerdo como una vivencia, no como fenómeno mental. Así la memoria recuerda lo que debe olvidar: produce como acontecimiento un hecho del pasado. A través de un estudio comparativo de las obras de los artistas visuales Chen Zhen (China, 1955 - París, 2000) y Kader Attia (Francia, 1970) se indaga en las formas de representación de las dinámicas de la memoria, el recuerdo y el olvido, recurriendo a la alegoría. La herida y la cicatriz son las figuras sobre las cuales se articula una reflexión que atraviesa espacios y cuerpos, en la oscilación entre la Historia y las micro-historias, entre lo social y lo individual. La pulsión arqueológica animadora de ambos artistas alcanza su corolario en el oxímoron que, en relación con la herida y la cicatriz, constituye la reparación/redención.