XVII Congreso Internacional sobre Nuevas Tendencias en Humanidades

Resumen

El aula escolar ha sido rebasada por las diferentes posibilidades de acercarse a la educación histórica. La enseñanza de la historia requiere el uso de visitas —in situ y virtuales— a los vestigios del pasado; así como el manejo de fuentes históricas de la época. Se parte de reconocer que la educación histórica que ,regularmente, se presenta en el aula, se centra en el análisis del pasado con empleo de libros de texto y la revisión del contenido de temas históricos, es decir: el estudio de hechos y procesos sin saber cómo y por qué han sido construidos. El objetivo de este artículo es recuperar, desde una mirada crítico-analítica, los aportes educativos que devienen del trabajo pedagógico de educación histórica, con estudiantes de educación básica (de entre 6 y 12 años de edad) en algunas aulas escolares de México; así como presentar experiencias educativas en las que el pedagogo diseña situaciones didácticas y transformar los procesos de enseñanza y aprendizaje de la historia. Para ello, se considera que la asignatura en cuestión se aprende de manera significativa en los sitios donde se construye la disciplina y que, según Arteaga Camargo: “el conocimiento, la conciencia y el pensamiento histórico se desarrollan a partir de procesos de investigación que involucran la elaboración de interrogantes e hipótesis”. Por tanto, se parte del análisis e interpretación de fuentes primarias como elementos de obtención de información, validación y argumentación”.