XVI Congreso Internacional del Arte en la Sociedad

Resumen

El uso del turbante en la mujer negra en Colombia nace en la esclavitud, cuando era usado para amortiguar el peso de las bateas, cuando fue usado para ocultar semillas de frutos y semillas de oro que eran escondidas en sus trenzas, para sobrevivir cuando lograran liberarse. Luego fue reivindicado por las mujeres negras, y ahora el turbante es sinónimo de historia, tradición, cultura, expresión, identidad, empoderamiento. El turbante tiene un lenguaje no verbal implícito que comunica un poder femenino que entrelaza rasgos de hermandad con un gran peso histórico. Por lo tanto, no todo lo que se anuda en la cabeza se le puede llamar turbante, si bien el turbante es un trozo de tela con medidas específicas, toma significación con cada amarre. No es un accesorio de moda porque pertenece a la identidad de un grupo étnico, a su historia, a su tradición, por lo cual no entra en la categoría de moda. Desafortunadamente, en la actualidad está siendo utilizado como accesorio de moda por mujeres que no saben la carga política que llevan en sus cabezas. En opinión de Cecilia Wax, diseñadora barcelonesa afrodescendiente: “Cuando un pedazo de tela es alma, cuando un dibujo es constancia, cuando un diseño son sueños, entonces, sientes que lo que estás usando es más que un bolso o que un turbante y entiendes que ese objeto es el pedazo de una vida. Los pedazos de vida pesan aunque sean ligeros porque están cargados de orgullo y de esfuerzo.”