Abstract

Desde el ámbito de la ecopoética y la semiótica de Charles S. Peirce esta investigación pone de manifiesto formas de comunicación más allá de lo humano. Postula un desafío fundamental a la perspectiva antropocéntrica, afirmando que la vida misma constituye una forma no humana de agencia. La semiótica de Peirce perturba el vínculo tradicional entre pensamiento y lenguaje, señalando la interacción continua de diversos signos arraigados en diversas modalidades materiales. En medio del intrincado tejido de interacciones más allá de lo humano, el ensayo examina minuciosamente el papel del ruido y el sonido en los entornos naturales. En su exploración, el trabajo centra su atención en la interacción dinámica de organismos muy simples, como los hongos y los líquenes, utilizándolos como ejemplo para enriquecer la comprensión de la simbiosis y la interconexión dentro de los sistemas de comunicación que abarcan todo el espectro de organismos vivos. El ensayo subraya el potencial comunicativo latente e inherente a todas las formas de vida, haciendo notar las voces que resuenan a lo largo del vasto tapiz de todo lo que existe.