XIV Congreso Internacional sobre la Imagen

Resumen

Si los estándares estéticos y la negación de la vejez son exigencias sociales que afectan a todos, es siempre mucho más alto para las mujeres. Sin importar la época, la vejez es un problema social que aún no sabemos enfrentar, antes venerados como sabios hoy “desaparece esta noción en la medida en que la sociedad se organiza en torno a los jóvenes”. El arte siempre ha sido una de las mejores formas de expresión que tiene el ser humano, es la manera en que representa los sinsabores, así como las idealizaciones de la sociedad en que está inmerso. “Por medio del retrato pictórico es posible la trascendencia”. Sin quererlo, el pintor se convierte en un informador que humaniza, contextualiza y da significado a un evento histórico o un momento existencial. Entonces vale la pena preguntarse: ¿Cómo se inmortaliza la vejez? ¿Qué información transmiten sobre su proceso de envejecimiento como una expresión evidente del paso del tiempo sobre el cuerpo? Puede ser que la vanidad sea el primer motivo para hacer un autorretrato, pero la vejez es una consecuencia de la vida. El envejecimiento es inevitable. Cuando se llega a la última etapa, ésta se llena de estereotipos y mitos a veces incomprensibles. Cada cultura tiene los suyos. Aquí trataremos de resolver cuáles de esos mitos o qué aspiraciones se reflejan en los autorretratos en cuanto al envejecimiento se refiere.