Inmunidad de grupo y salud pública

Resumen

Los estados tienen la obligación de proteger la salud de los ciudadanos. En este sentido, la salud pública representa un importante valor, que debe ser tenido en cuenta por las políticas públicas. Respecto a las enfermedades contagiosas, los estados tienen la obligación de proteger a los ciudadanos de las mismas, por ejemplo, previniendo su transmisión. Por ello, el alcance del bien denominado “inmunidad de grupo”, debe ser uno de los objetivos principales de las políticas encaminadas prevención de enfermedades. Cuando una parte lo suficientemente grande de la población está vacunada (según el tipo de enfermedad, el rango suele oscilar entre el 90% y el 95%) se alcanza la “inmunidad de grupo” y, en consecuencia, los virus no pueden seguir transmitiéndose de persona en persona, su circulación se interrumpe, y la enfermedad termina por desaparecer. En los países en los que la vacunación es voluntaria, los ciudadanos que deciden no vacunarse (o los que no pueden hacerlo por razones médicas) aún tienen una protección relativamente alta contra las enfermedades contagiosas, cuando viven en una sociedad en la que se ha alcanzado la inmunidad de grupo Pero, ¿qué pasaría si demasiadas personas decidieran no vacunarse y, en consecuencia, comprometieran seriamente el alcance y mantenimiento de la inmunidad de grupo? ¿Qué debería hacer el Estado en este caso, si, como hemos dicho, tiene la obligación de proteger la salud pública? Analizaremos algunas formas de asegurar que todos los ciudadanos sanos estén vacunados y así garantizar la inmunidad de grupo.

Presentadores

Pol Cuadros Aguilera
Lecturer, Public Law Departament, University of Lleida, Lleida, Spain

Details

Presentation Type

Ponencia temática de un trabajo

Theme

Políticas y prácticas de salud pública

KEYWORDS

Vacunación, Inmunidad de Grupo, Salud Pública