Resumen
Las prácticas de crianza se constituyen en un factor crucial para la salud y el desarrollo del infante. Cuando son acordes a las necesidades del niño favorecen un mejor estado de nutrición. El objetivo del trabajo fue evaluar una estrategia de intervención para modificar patrones interactivos madre-hijo durante la alimentación inhibidores del consumo infantil y favorecer la recuperación nutricia del niño. Participaron cuatro infantes (6-24 meses) con desnutrición y sus madres. Se obtuvieron datos antropométricos del niño e información sobre aspectos sociodemográficos, prácticas de salud, crianza y nivel de ansiedad materna, se identificaron patrones inhibidores del consumo mediante video-registros realizados durante la alimentación. Empleando un diseño ABC, la primera fase consistió en filmaciones durante la alimentación. Después se intervino con psicoeducación sobre nutrición y con manejo de contingencias. Finalmente, se realizó un seguimiento entre uno y tres meses después. Los resultados muestran cambios favorables en las interacciones de tres díadas: aumenta la autonomía para alimentarse en los niños, disminuyen las conductas maternas inhibitorias del consumo y hubo ligeros cambios positivos en el estado nutricio de dos infantes. Los niveles de ansiedad materna disminuyen en tres madres. Los hallazgos de este estudio dan algunos indicios sobre la efectividad de la estrategia para mejorar el consumo del niño y su estado de nutrición; sin embargo, es necesario indagar sobre los factores que intervienen en los casos donde el cambio no es evidente y realizar un seguimiento para observar los efectos en un plazo más largo.
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Desarrollo Infantil, Crianza, Desnutrición, Pobreza, Prácticas Responsivas
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