XIX Congreso Internacional de Tecnolog?a, Conocimiento y Sociedad

Resumen

Nuestra sociedad y cultura actuales, eminentemente tecnologizadas, reclaman unas habilidades precisas entre las que, paradójicamente, dominan habilidades de pensamiento. Prueba de ello es el elenco de habilidades emergentes y de futuro que el Foro de Davos en su informe “The Future of Jobs Report 2020” recoge como necesarias y de urgente formación para las organizaciones: de las diez que se señalan, solo dos son propiamente tecnológicas. Fundamentalmente son habilidades cognitivas y de liderazgo, que demandan actitudes creativas y también de resiliencia y flexibilidad, como consecuencia de los acontecimientos que han afectado recientemente a la sociedad global. Las sociedades tienen por delante un importante reto de formación para sus futuros profesionales. Encontramos en estas habilidades una clara resonancia con las virtudes del mundo clásico, esas disposiciones que resultan de los mejores movimientos del alma y que son también la fuente de las mejores acciones, en palabras de Aristóteles. El presente trabajo analiza el contenido de las habilidades y de la obra aristotélica y establece un nexo entre cada una de las habilidades demandadas y las virtudes humanas señaladas por el filósofo. Concluye en la oportunidad de una propuesta formativa mediante aprendizaje experiencial del arte. Los elementos artísticos proporcionan la posibilidad de cuestionar, contemplar y dialogar con la realidad. Es por lo que el contacto con el hecho artístico contiene las condiciones óptimas para poder desarrollar habilidades que son propiamente humanas, Y la comunicación a través de una experiencia asegura su implementación y el establecimiento de planes de mejora.