Resumen
La gestión cultural implica la sostenibilidad de los procesos culturales, a pesar de que muchas de sus expresiones hayan perecido con los avances de la tecnología y los cambios políticos, económicos y sociales. Históricamente, sus actores han presionado por su reconocimiento por lo menos local, o nacional, regional, internacional y ahora global. Siempre buscan continuidad, apoyados a su vez con las más diversas formas de gestión que van desde la sencilla y humana comunicación artesanal, el lenguaje, hasta los modos profesionalizantes y obligantes por sus desarrollos complejos y configurativos, como sector encadenado en ambientes de industrialización, de competencia hegemónica, productiva y reproductiva, hacia escenarios rentables económica, social, política y culturalmente hablando. Es decir, de sostenibilidad. La comprensión rigurosa del concepto de sustentabilidad es una tarea difícil, y más complicado aún es llevarlo a la práctica. El término desarrollo sustentable generalmente se atribuye al Informe Brundtland Nuestro futuro común, publicado por la ONU en 1987; sin embargo, los conceptos parcialmente reconocidos en el documento tienen antecedentes más antiguos. El informe introduce el tema ambiental como asunto de seguridad nacional, reconoce la relación entre economía, ambiente y sociedad; propone equilibrar los tres aspectos, a fin de satisfacer las necesidades actuales, sin comprometer la satisfacción de las generaciones futuras (Brundtland, 1987). Los términos desarrollo sostenible y sustentabilidad permearon paulatinamente en el discurso de los colectivos sociales, instituciones –públicas y privadas– en ámbitos políticos, académicos y medios de comunicación.
Presentadores
Viridiana Calderón PonceDocente, Ingeniería en Innovación Agrícola Sustentable, Instituto Tecnológico Superior de Tacámbaro, Michoacán, Mexico
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Theme
KEYWORDS
Sostenibilidad, Tecnología, Humanidad, Evolución