XII Congreso Internacional sobre Religi?n y Espiritualidad en la Sociedad

Resumen

En pueblos originarios ubicados al sur de la Ciudad de México, la tradición reproduce mitos y leyendas sobre malos aires que dañan a la gente. Como los nahuales, las culebras de agua, las brujas y la Llorona. Para prevenir la mordedura de la bruja se colocan objetos rituales a los bebes, como las pulseras rojas con una semilla de ojo de venado. Los malolientes aires penetran en las personas y solo se pueden expulsarse con una limpia ritual de yerbas de aromas más densos. Aunque la luz eléctrica y la densidad de población los ha alejado, el temor a su presencia sigue presente en el universo simbólico de las familias chinamperas. En Mesoamérica, el mito no es ninguna narración ociosa, sino un ingrediente vital de la cosmovisión. Una fuerza activa en la resistencia activa de los pueblos al embate de la modernidad de mercado. Que le da sentido al presente desde algo ubicado fuera de los tiempos. Aunque los mitos incluyen situaciones improbables o que parecen absurdas, no deben ser confrontados con acontecimientos históricos. La cosmovisión de los antiguos mesoamericanos incluía la creencia de señores sobrenaturales en las aguas y los vientos, dueños de los cerros y protectores de los pueblos. Sin embargo, a más de quinientos años de la conquista española, tal cosmovisión se ha modificado incluyendo rasgos de la religiosidad europea.