XI Congreso Internacional sobre Religi?n y Espiritualidad en la Sociedad

Resumen

La construcción del imaginario colectivo religioso mexicano está fundamentado en el convencimiento de que la identidad cultural de la nación mexicana es fruto de la herencia histórica de un catolicismo conservador basado en ritualismos externos y una religiosidad mágica. Hay una clara instrumentalización de la religión católica conservadora basada en su rol histórico de mantener una cohesión social fuerte y control social. Este fenómeno ha fomentado unos altos niveles de discriminación religiosa hacia las religiones minoritarias. Profesar este tipo de religiones aún es peligroso debido a las amenazas, encarcelamientos, homicidios, impedimento para usar los panteones municipales, la negación de servicio educativo a menores, la expulsión de la comunidad e incluso la privación ilegal de la libertad, especialmente en zonas rurales. Esta vivencia de la religión católica ha fomentado una doble moral que separa la esfera de lo público y lo privado. Ante la pérdida de sentido que ha fomentado esta religiosidad externa, la sociedad ha desarrollado nuevas formas de vivencia de lo espiritual, de acercamiento al Misterio, alejándose cada vez más de estos ritualismos externos. La clase media alta y alta han desarrollado nuevas formas pseudoespirituales privadas, en total consonancia con las vivencias del ritualismo externo de la religión tradicional, meramente por cumplir y por ser vistos. Entre la clase social media baja y baja se da un sincretismo entre las vivencias tradicionales de religiosidad popular católica, el culto a la muerte (propio de la cultura narco) y la aceptación de los curanderos elevados al nivel de mediación religiosa.