XXI Congreso Internacional sobre Nuevas Tendencias en Humanidades

Resumen

La noción de patrimonio entrelaza memoria, valores y prácticas vivas en los paisajes construidos. Por su importancia ecológica o cultural, los animales son patrimonio tangible o intangible y contra la pérdida de especies por causas antropogénicas, la revaloración de conocimientos zoológicos tradicionales, creencias y sentires, aporta elementos para fortalecer valores ambientales y estrategias endógenas para su conservación. Como marco integrador expresado en costumbres e historia oral, el análisis de paisaje permite aprehender el hecho social desde la óptica de las comunidades. En el Istmo de Tehuantepec (Oaxaca) destaca el arte rupestre como principal evidencia arqueológica tanto por los discursos que construyen el paisaje y la cosmovisión de sus habitantes, como por los abundantes dibujados animales en abrigos y cuevas. El arte rupestre como antiguo registro etnobiológico y el paisaje como patrimonio articulado por lugares donde las historias se tejen y forman identidad, imposible desvincular ambos elementos de la dimensión espacio-temporal. Consideradas cual entidades activas en una red de interrelaciones con el entorno, su estudio busca discernir cómo, la asociación de la fauna originaria junto con aquella otra figurada en el arte rupestre y materiales arqueológicos articularon el paisaje cultural, así como las antiguas formas de construcción de etnoterritorios. Contra su destrucción y en consonancia con iniciativas internacionales de protección, en algunas comunidades se realizan tareas de educación patrimonial vinculando dichos bienes con las personas que los resguardan. El análisis de los motivos rupestres busca contribuir con información biocultural y su importancia como expresión identitaria útil en su conservación.