Resumen
Durante la mayor parte del siglo XX la sociedad sudcaliforniana se caracterizó por la existencia de relaciones cara a cara, por una idea de calidad de vida más ligada a la ausencia de violencia social que a la abundancia económica rayana en el dispendio. La confianza mutua entre los pobladores les permitía vivir y dormir con las puertas abiertas. La laxitud moral basada en la intermitencia presencial de los sacerdotes y del control eclesiástico evitaba en cierta medida la exclusión social basada en las diferentes formas del ejercicio de la sexualidad. El depósito de los valores político-ideológicos en instituciones manejadas por personas conocidas y la confianza en la honestidad de comerciantes y vecinos permitió la construcción de lealtades entre grupos de amigos y familiares a los que pertenecían casi todos. El orden familiar, aunque patrilocal, se sostenía en la presencia de las mujeres, cuyo poder, si bien se circunscribía al ámbito privado, era reconocido y respetado. Estos aspectos, apenas esbozados, eran posibles debido a la existencia de formas de ser y de ver el mundo desde Baja California Sur (BCS). El marco subjetivo que sostenía dicho entramado era el regionalismo. Hoy día, la población ha crecido y por ende se ha diversificado exponencialmente debido a las migraciones nacionales y extranjeras que han transformado a las sociedades locales en multiculturales, diversas y un poco conflictivas.
Presentadores
Rossana Almada AlatorreProfesora-investigadora, Área de Conocimiento de Ciencias Sociales y Humandades, Universidad Autónoma de Baja California Sur, Baja California Sur, Mexico
Details
Presentation Type
Ponencia temática de un trabajo
Theme
KEYWORDS
Subjetividad, Complejidad, Regionalismo, Diversidad, Migraciones