Resumen
En la obra de Picasso es común encontrarse con imágenes que representan a una madre con un niño entre sus brazos. Hay toda una imaginería de la maternidad que desvela a un pintor conmovido ante la delicadeza y la ternura humana. A lo largo de su inmensa producción artística, este tema ha sufrido diferentes variaciones, existiendo claras similitudes entre las madres del período azul cubiertas con una manta y la pintura religiosa, así como un deseo frustrado de paternidad que dará como resultado unas espléndidas maternidades del período rosa, obras que coincidirán con su traslado definitivo a la capital francesa en 1904. Con el nacimiento de su hijo Paulo el 4 de febrero de 1921, Picasso puede expresar al fin la ternura paternal por medio de una serie de obras con tendencia marcadamente helenizante, destacando los pliegues de los vestidos a modo de túnicas griegas. Sin embargo, a medida que crece y se convierte en adulto, su primogénito deja de ser una fuente de inspiración, sustituido el 5 de septiembre de 1935 por el nacimiento de su hija Maya. Las imágenes de madres e hijos reflejan su propio papel como padre y la importancia de sus hijos pequeños. Sin embargo, estas representaciones no serán tan habituales en sus últimos años, produciéndose un gran contraste entre la sensación de muerte inminente que transmiten sus obras tardías y la esperanza de vida y tranquilidad que evocan estas escenas de madres con niños.
Presentadores
Pablo Miguel Salazar JiménezStudent, Programa de Doctorado en Estudios Avanzados en Humanidades , Universidad de Málaga, Málaga, Spain
Details
Presentation Type
Ponencia temática de un trabajo
Theme
KEYWORDS
Picasso, Maternidad, Arte, Pintura, Siglo XX
