Abstract

La permanente competitividad que caracteriza los mercados actuales obliga a las organizaciones a trabajar para diferenciarse de sus competidores y conseguir ser recordadas por sus públicos. La comunicación corporativa juega un papel clave en este sentido, ya que permite la identificación de los stakeholders con la marca a través de diferentes atributos y valores. Entre las herramientas con las que cuenta una empresa para trabajar la construcción de su marca se encuentra el diseño de espacios, mediante los cuales se puede transmitir la personalidad y visión de cada entidad. Además, se configura como una herramienta que puede aplicarse en dos esferas que se encuentran relacionadas: el interior y el exterior de la organización. A nivel interno, el diseño de espacios puede aplicarse para fomentar la comunicación bidireccional y el diálogo, promoviendo un liderazgo más efectivo y favoreciendo la creatividad y la innovación, así como la participación de las plantillas en la toma de decisiones. A nivel externo, el diseño de espacios se vincula con la creación de experiencias de marca. Esto se debe a que facilita la interrelación de los clientes, actuales y potenciales, no solo con los productos y servicios, sino con el universo de la marca que se transmite de forma orgánica y no se percibe como una comunicación intrusiva. De este modo, el diseño de espacios de marca constituye una estrategia de branding a tener en cuenta para potenciar la comunicación corporativa a nivel interno y externo.