Abstract

Tres terremotos seguidos azotaron en septiembre del 2017 gran parte del territorio mexicano. El primero, de 8.2 grados escala de Richter, cercano a las costas de Oaxaca y Chiapas, devastó parte de la región conocida como el Istmo de Tehuantepec, dentro de la cual se encuentra una pequeño poblado indígena llamado San Mateo del Mar. Nuestro artículo se origina a partir de una intervención multidisciplinaria, surgida desde la comunidad misma, que ha involucrado al gobierno, la academia, ONG´s e iniciativa privada; todos con un objetivo común: la reconstrucción integral de San Mateo no sólo en su constitución físico espacial, sino también en su tejido social, su herencia cultural y su relación con el entorno natural. En el artículo enfatizaremos el punto crítico que, develado por el devastador evento natural, encuentra actualmente a las estructuras socioculturales de la comunidad en un alto nivel de vulnerabilidad; describiremos los usos y costumbres que les permitieron adaptarse equilibradamente a un complejo contexto ecosistémico, así como el impacto generado por las distintas fuerzas socioeconómicas que ejercen actualmente sobre la región, alterando dicho equilibrio. Concluiremos compartiendo las acciones principales que, desde el equipo multidisciplinario, se están llevando a cabo con la finalidad de generar herramientas en la comunidad, que les permita proyectarse hacia un futuro, incorporando a sus conocimientos y tradiciones sustentables, conceptos contemporáneos de desarrollo empáticos a ellas.