Abstract

La aparición de ideologías reivindicativas en el marco europeo, así como el surgimiento de nuevas propuestas tecnológicas en un contexto incendiario, constituyen una serie de factores clave para la consecución de determinados productos culturales en los primeros años del siglo XX. En este caldo de cultivo de continuos llamamientos al enfrentamiento social, cultural o político surgen unos movimientos denominados de vanguardia que intentan hacer tambalear los cimientos de la arquitectura artística del panorama occidental. Émile Cohl es uno de los autores que colaboran activamente al éxito de alguna de estas propuestas mediante su difusión a través del empleo de nuevos soportes comunicativos basados en la aplicación de novedosos mecanismos capaces de reproducir la sensación de movimiento en el público que los observa. A través del análisis formal y narrativo de su obra "La Maison du Fantoche", realizada en 1921, se pretende establecer cuáles son las innovaciones relacionadas con los parámetros constructivos presentes en dicho discurso audiovisual, así como sus principales implicaciones tanto en la forma y el contenido como en el ámbito de la animación tradicional.