Abstract

Hace 117 años, desde la primera toma que se hace con lo que se denominó “cinematógrafo” cambió la percepción visual para siempre en el mundo, debido a que este artefacto moldeó y refinó el poder capaz de captar y recrear imágenes con movimiento, con un radio de acción espacial mucho más amplio; desde sus albores el cine ya era una apuesta que lograba llamar la atención, sea para la construcción de un documento visual sobre lo que allí en ese momento acontecía o ya sea sobre crear historias y plasmarlas en aquella cajita, desde entonces el mundo entero viviría un enorme cambio, en el cual debía la sociedad adaptarse, hasta llegar al punto de convertirlo en su quehacer diario, como lo es tener una cámara propia, y el ejercer el acto de obturar, tomar la imagen y conservarla, sin ningún misterio alguno.