Abstract

Este artículo analiza desde una perspectiva político–económica, el enfoque que El Comercio dio a las noticias, artículos y editoriales que publicó en junio del año 2009, sobre el “Baguazo”, porque aunque han pasado 13 años desde aquel conflicto social, en el que murieron 34 personas, aún no se han resuelto los problemas estructurales que lo causaron: el etnocentrismo de Estado, que por privilegiar el desarrollo de las industrias extractivas desatiende los conflictos sociales que ellas generan, principalmente la discriminación contra los pueblos indígenas. Se ha aplicado una metodología de investigación que adapta los cinco filtros que Noam Chomsky y Edward Herman usaron en Los Guardianes de la Libertad (1988)2, para evidenciar cómo, en el caso peruano, los vínculos entre el poder político, económico y mediático generan una dinámica social que perjudica a los pueblos indígenas.