Abstract

En este artículo entendemos el acto de caminar como un recurso narrativo, exploratorio y analítico del paisaje urbano y natural. Considerado vanguardista y radical en la medida que rompe con aquellos enfoques establecidos desde los que la realidad era entendida y permite interpretar y aprehender espacios inexplorados (ciudad y naturaleza). Antes de la llegada del siglo XIX viajar implicaba peligro y riesgo además de una serie connotaciones peyorativas desde un plano social, caminar, por tanto, era una práctica radical. En los siglos XVII y parte del XVIII presenta un valor narrativo, cartográfico y, en un modo difuso, exploratorio. A lo largo del siglo XVIII, grandes figuras intelectuales paradigmáticas del mundo de las humanidades entendieron su importancia desde múltiples perspectivas (antropología, sociología, literatura, filosofía, periodismo y arte). Haremos un breve recorrido desde que adquiere interés y consideración como práctica reflexiva y analítica a finales del siglo XVIII hasta su consolidación en el siglo XIX donde tanto pintores como escritores lo estimaron como recurso narrativo e interpretativo de la realidad.