Abstract

El artículo parte de una caracterización de la filosofía como comprensión sensata del hombre y de la actitud de fe comprendida como categoría, es decir, como el centro organizador de un discurso coherente que ocupa un lugar decisivo en la comprensión del hombre. El artículo expone el lugar de la categoría Dios en el sistema de las 18 categorías de la obra “Lógica de la filosofía” de Eric Weil. La categoría Dios se presenta como el punto decisivo del devenir filosófico, la más moderna de las categorías antiguas, la más antigua de las modernas. Ella está, por tanto, en los propileos de la modernidad. En ella, la modernidad se inaugura por el descubrimiento de la libertad bajo la forma de sentimiento, y, en ella, la antigüedad se agota porque la libertad aparece como un sentimiento decaído delante al sentimiento infinito de su creador. Lo que el discurso filosófico conquista con la categoría Dios es que en ella aparecen los conceptos fundamentales de esencia y existencia; en ella, se descubre la libertad bajo la forma del sentimiento y, sobre todo, en ella se origina la reflexión total.